Si estás pensando en poner una propiedad en alquiler quizá necesites a un abogado inmobiliario en Sevilla. Gracias a ello podrás conocer los tipos de arrendamientos existentes y las características de los mismos. Evitarás tener problemas con los inquilinos.
Es muy importante firmar un contrato de alquiler en estas circunstancias. Es un acuerdo en el que aparece la firma del inquilino y el propietario del propio inmueble. En él se refleja que el inquilino podrá usar y disfrutar durante un periodo de tiempo ese inmueble a cambio de un precio o renta. También quedará en el reflejados los derechos y obligaciones que deberá cumplir durante el tiempo que dicho contrato.
Así acabarás con posibles futuros malentendidos que puedan ocurrir. Este tipo de contratos pueden ser finalizado tanto por el propietario como por el inquilino. Debe de abrirse un acuerdo entre el inquilino y el dueño de la propiedad, asegurando así que se cumplen las obligaciones hasta la finalización de dicho contrato.
Podremos finalizar el contrato de dos formas:
- Terminación con liquidación. Se acaban las obligaciones contraídas. Llevando a cabo la entrega de llaves acaba todo tipo de relación, sin reclamaciones.
- Terminación con retención de la fianza. No se acaban todas las obligaciones, porque no ha habido acuerdo o porque no han sido cuantificadas. Regula la relación ente ambos estableciendo una serie de obligaciones a ambas partes.
Arrendar un local o una vivienda no será nada fácil, siendo necesario un buen abogado inmobiliario en Sevilla para poder llevarlo a cabo sin problema. Los asuntos legales pueden ser complicados e incluso llegar al estrés. Por lo que los abogados de Mena & Robador te ayudarán desde la experiencia y la profesionalidad.
Habrá que hacer siempre los contratos de arrendamiento conforme a la ley, teniendo siempre en cuenta el tipo de vivienda que alquilarás y el tiempo por el cual deseas que dure dicho alquiler.
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